La hipermetropía (o hiperopía) es un error refractivo en el que la imagen se enfoca detrás de la retina. Suele asociarse a un ojo algo más corto o a una potencia óptica insuficiente de la córnea y/o el cristalino. El resultado es un mayor esfuerzo de enfoque (acomodación), especialmente de cerca; en casos moderados o altos también puede afectar la visión lejana.

¿Qué es la hipermetropía?
La hipermetropía explica por qué muchas personas notan visión fluctuante, cansancio ocular y dolor de cabeza tras leer o usar pantallas por largos periodos. Comprender el mecanismo permite elegir la corrección adecuada y prevenir la fatiga visual.
Síntomas y señales
Cómo se manifiesta
- Visión borrosa de cerca que mejora al alejar el texto.
- Fatiga ocular (astenopía) al leer, estudiar o usar el móvil.
- Cefalea frontal al final del día.
- Sensación de “esfuerzo” para mantener el foco nítido.
- En niños: desinterés por la lectura, acercar demasiado los objetos o bajo rendimiento escolar.
Cuándo evaluar
Si la visión se vuelve inconsistente, aparecen cefaleas frecuentes o un niño evita tareas de cerca, lo indicado es realizar un examen visual. Así se distingue entre hipermetropía, astigmatismo u otros problemas que pueden coexistir.
Diagnóstico y lectura de la receta
El diagnóstico se obtiene con un examen visual completo que incluye pruebas de agudeza y refracción. En población pediátrica o en jóvenes, puede requerirse cicloplejía para medir la graduación real sin el “enmascaramiento” que produce la acomodación. Si no puedes desplazarte, solicita un examen visual a domicilio con nuestro equipo.
Causas y factores asociados
- Anatomía ocular: ojo relativamente más corto o potencia óptica total insuficiente.
- Edad: la capacidad de acomodación es alta en jóvenes y disminuye con los años, por lo que los síntomas se hacen más evidentes.
- Herencia: antecedentes familiares aumentan la probabilidad.
- Asociaciones pediátricas: riesgo de estrabismo acomodativo si no se corrige a tiempo.
Grados de hipermetropía y dioptrías
De modo orientativo, se habla de hipermetropía leve (hasta +2.00 D), moderada (+2.25 a +4.00 D) y alta (>+4.00 D). La percepción de nitidez no depende solo del número: influyen edad, demanda de cerca, iluminación y presencia de astigmatismo.
¿Por qué dos personas con la misma dioptría ven distinto?
Porque no todas tienen la misma reserva acomodativa ni realizan las mismas tareas. Una persona joven puede compensar mejor la hipermetropía en lectura, mientras que otra con la misma graduación puede requerir corrección para estudiar o trabajar cómodamente.
Tratamientos y correcciones
El objetivo de la corrección es “llevar” el enfoque a la retina para obtener una visión nítida y estable. Estas son las opciones más habituales:
Gafas con lentes positivos (convergentes)
Son la solución más común y accesible. Los materiales frecuentes son CR-39, policarbonato (ligero y resistente) y alto índice para graduaciones altas (lentes más delgados). Recomendamos antirreflejo, filtro de luz azul según uso de pantallas y capas endurecidas/oleofóbicas para durabilidad y limpieza fácil. Además del cristal, elegir bien los marcos de lentes es clave para el confort, la estética y el centrado óptico.
Lentes de contacto
Existen lentes de contacto blandos esféricos para hipermetropías leves a moderadas. Requieren adaptación profesional, higiene estricta y controles periódicos. Son una gran alternativa para deportes o cuando prefieres no usar gafas.
Cirugía refractiva (criterios generales)
En casos seleccionados, puede considerarse corrección con láser corneal o lentes intraoculares. La elegibilidad depende de edad, estabilidad refractiva, grosor corneal y salud ocular integral.
Diferencias con miopía y presbicia
En la miopía el problema principal es ver mal de lejos (dioptrías negativas), mientras que la hipermetropía afecta sobre todo la visión de cerca (dioptrías positivas) y, en algunos casos, también la lejana. La presbicia es una pérdida de enfoque relacionada con la edad que puede coexistir con hipermetropía.
Hipermetropía en niños
Detección temprana y rendimiento escolar
Es relativamente común en la infancia. Lo importante es identificar cuándo genera síntomas (dolor de cabeza, rechazo a la lectura, ojos rojos) o signos (acercar mucho los objetos, desviaciones oculares). La corrección adecuada favorece la concentración y el aprendizaje.
Elección de monturas y cristales pediátricos
En niños, la ergonomía y la resistencia son fundamentales. Un buen ajuste del puente y las varillas evita deslizamientos y mejora la adherencia al tratamiento.
Hábitos y consejos prácticos
- Aplica la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mira a 6 metros durante 20 segundos.
- Cuida la iluminación y mantén una distancia de lectura de 40–50 cm.
- Si trabajas con pantallas, considera antirreflejo y pausas activas.
- Realiza control anual o antes si notas cambios de visión o cefaleas.
- Si moverte te complica, solicita un examen visual a domicilio.
Preguntas frecuentes
¿La hipermetropía se cura sola?
No “desaparece”, aunque en jóvenes la acomodación compensa parte del defecto y enmascara los síntomas. Con la edad, esa reserva disminuye y la necesidad de corrección se hace más evidente.
¿Qué tipo de lentes corrigen la hipermetropía?
Se corrige con lentes positivos (convergentes) en gafas o con lentes de contacto según el caso. La elección del material y de tratamientos como el antirreflejo mejora nitidez, confort y durabilidad.
¿Cada cuánto debo controlar mi vista?
Como norma general, una vez al año. Si notas visión borrosa, cefaleas frecuentes o mayor demanda de trabajo en cerca, adelanta el control.
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